¿Por qué es importante utilizar protector solar?

Tenemos la tendencia a pensar que el protector solar es un producto de uso exclusivo en verano. Pero ¿el sol solo sale en los tres meses de más calor? No, ni mucho menos. Está presente todo el año, con la diferencia de que hay épocas en las que brilla con más intensidad que en otras. Pero no nos engañemos: los estragos que este astro provoca en nuestra piel pueden llegar en cualquier época del año. 

¿Por qué deberías usar protector solar todo el año?

El sol no hace diferencias, lo que significa que no importa la edad que tengamos: los rayos ultravioleta pueden causarnos daños. Debemos olvidar la idea de que el bloqueador solar sirve solo para cuando vamos a la playa o la piscina a tumbarnos cual lagartijas a absorber sus rayos. ¡No, no y no! Siempre que alguna parte de nuestro vaya a estar expuesta al sol, aunque sea en diciembre, debemos protegerla. ¿Por qué? 

Evita el cáncer de piel

Uno de los daños más temidos que provocan los rayos emitidos por el sol es el cáncer de piel. Estudios han demostrado que más de un 90 % de los casos de cáncer de piel diagnosticados son causados por la exposición prolongada al sol. 

El cáncer de piel aparece cuando distintas células cutáneas anormales crecen de forma descontrolada. Sí, esto es algo que el sol puede provocar y que se puede evitar con fotoprotección. 

Obviamente, en las épocas en las que sol brilla con más intensidad, como en verano y primavera, solo un protector solar no será suficiente. Debemos complementarlo con gafas de sol, sombreros o gorras. 

Evita el envejecimiento prematuro

Hay algunas señales de envejecimiento que no podemos frenar. Se trata de las que aparecen por la edad. La piel envejece y su aspecto no es el mismo durante la juventud más temprana que en la madurez.  No obstante, sí que hay otras huellas que podemos evitar porque son provocados por factores externos, como la exposición al sol.

Nuestra piel tiene memoria y por tanto acumula los daños solares a los que se la ha sometido. Poco a poco, estos hacen mella y se presentan en forma visible, como manchas, arrugas o incluso descamaciones en la piel. Esto sucede especialmente en las zonas más sensibles, como la cara y los hombros. 

Por otro lado, la radiación solar reduce la acumulación y producción de colágeno y elastina, por lo que nuestra piel se verá flácida. 

Estos son motivos más que suficientes para que usemos el protector solar a diario, todos los meses del año. La cara, el cuello y el escote son las zonas que más podemos mostrar en otoño o en invierno, y a las que debemos prestar más atención. En verano, no debemos olvidar la parte de la nuca y los hombros, ambas zonas embeben la radiación ultravioleta y se queman con facilidad.

¿Qué protector solar elegir?

En el mercado hay diversos tipos de protector solar, pero mucho de ellos ofrecen propiedades inciertas y realmente inviables. Por ello, te damos unos consejos para que sepas escoger. Cualquier protector solar que elijas debe garantizar: 

-      Protección de amplio espectro, pues esta es válida tanto para los rayos UVA como para los UVB (los que hacen que nos quememos). 

-      Factor de protección de 30 o mayor. Los que te prometen protección de más de 50 son una farsa, no existe protección mayor. 

-      Resistencia al agua. Esto es especialmente importante en verano. 

En el caso de los niños, ten siempre a mano un protector solar con SPF de 50. En el caso de los adultos, SPF de 50 para el verano y de 30 para las demás temporadas puede ser buena idea. 

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