¿Qué tipo de jabón me conviene más?

Cada persona es un mundo y cada piel también. Por eso no todos los jabones están recomendados para todo tipo de piel. Dependiendo de si la tenemos sensible o grasa, seca o mixta, escogeremos un tipo de jabón u otro. Es importante que, en cualquier caso, estos contengan los mínimos agentes químicos con el fin de cuidar y protegernos de agentes nocivos. 

Un jabón para cada tipo de piel

¿Te has preguntado alguna vez por qué no tienes la piel tan bien como te gustaría? Quizá el problema tan solo sea que no estás usando el jabón adecuado para ti. Este es un artículo de higiene al que no solemos darle mucha importancia, pero es el primer contacto que tiene nuestra piel por las mañanas con nutrientes, y por tanto, deben ser de calidad. Veamos cuál es el más adecuado para ti. 

Pieles delicadas

Si tu piel es delicada necesitas un jabón con pH neutro. Curiosamente, a pesar de que parecen estar pasados de moda, los jabones en formato pastilla son los más recomendables para cuidar y limpiar nuestra piel en profundidad. En el caso de las pieles delicadas, elige uno sin parabenos, conservantes ni colorantes y si es posible, también sin aromas. Quizá no te resulte lo más agradable pero tu piel te lo agradecerá. 

Pieles grasas

Las pieles grasas suelen ser las más delicadas para cuidar pues la mayor parte de los jabones existentes en el mercado contienen aceites que no ayudan a mejorar la producción de sebo. Aquí tienes algunas opciones: 

·     Glicerina. El jabón de glicerina tiene pH neutro que mantiene la acidez de la piel y combate el acné. Además, es eficaz contra los puntos negros y ayuda a reducir manchas cutáneas. 

·     Caléndula. La caléndula tiene propiedades antiinflamatorias y antisépticas y también se la considera eficaz contra el acné pues favorece la cicatrización. 

·     Árbol de té. Un jabón con esencia de aceite de árbol de té también es apto para las pieles grasas pues es hidratante, regenerador y controla la producción de sebo y la aparición de espinillas. Reduce inflamaciones y evita las bacterias, hongos y virus. 

·     Aloe Vera. Llegados a este punto podríamos decir que el áloe vera sirve para todo. En el caso de los jabones que lo contienen como protagonista ayuda a eliminar la grasa de los poros, aporta brillo y sedosidad a la piel y disimula las arrugas. Tiene propiedades antibacterianas y antiinflamatorias.

Para pieles irritadas

Para las pieles irritadas están indicados los jabones dermatológicamente testados que contienen agentes de limpieza muy suaves, ayudan a cerrar poros y alivian las irritaciones. No descaman la piel, uno de los grandes problemas de este tipo de pieles y frenan la aparición del acné y los puntos negros. 

El jabón de caléndula o mimosa es perfecto para pieles que se enrojecen e irritan. También los de agua termal, que si bien son menos comunes, se muestran muy eficaces en el alivio de irritaciones. 

Pieles secas

Para pieles secas o castigadas queda claro pues que necesitamos jabones con mantecas y aceites que hidraten y suavicen en profundidad. La manteca de karité, el aceite de oliva o de coco, de almendras o de argán, son los más recomendados, ya que también tienen propiedades antibacterianas. En el caso de la manteca de karité, previene el envejecimiento y disimula las arrugas. 

Como ves, al igual que cada persona es un mundo, cada piel también lo es. ¿Ya sabes qué tipo de jabón es el adecuado para ti? Pues entra en nuestra tienda online y busca el que más adecúe a tu piel, porque este elemento de higiene tan sencillo puede aportar mucho a nuestro aspecto y nuestra salud facial.